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Abril 2016

Consejos para gastar menos dinero al utilizar el aire acondicionado

Ponte en contacto con un técnico autorizado para que diseñe un proyecto de acuerdo con las características del trabajo que se desempeña en el inmueble y las condiciones térmicas del edificio.

 Al usar un aparato de aire acondicionado, a menudo cometemos errores que ocasionan un mayor consumo y gastos adicionales. Estas recomendaciones te permitirán combatir las elevadas temperaturas sin que al término del verano te encuentres con una factura de la luz por las nubes

En un verano especialmente caluroso conviene conocer las claves para utilizar el aire acondicionado de la manera más eficiente. Estos aparatos apenas suponen un 1% del consumo eléctrico habitual de las viviendas durante todo el año (en un hogar con un consumo medio de 4.000 kilovatios hora al año, la nevera, por ejemplo, supone un 18%), pero durante los meses estivales, si no se sabe usar adecuadamente, puede acarrear más de un disgusto en la ya de por sí elevada factura de la luz.

Al igual que existe un mal uso de la calefacción durante el invierno, en los meses de verano muchos usuarios suelen fijar el termostato en una temperatura excesivamente baja, con la falsa creencia de que así se enfriará antes la casa. Otros suelen desperdiciar el aire refrigerado al dejar abiertas puertas o ventanas.

Para Hernán Martínez, responsable de Energía de Kelisto.es, “durante los meses de verano el alto consumo del aire acondicionado puede hacer que la factura eléctrica se incremente notablemente. Por ello, es fundamental seguir sencillos consejos de ahorro para reducir al máximo el gasto y elegir la tarifa eléctrica que más se ajuste a nuestras necesidades comparando entre todas las ofertas del mercado, ya que es posible ahorrar hasta 117 euros al año”

Para que usar aire acondicionado no resulte una práctica prohibitiva, justo cuando el calor más aprieta y más imprescindible resulta para el hogar, Kelisto te da las claves para ahorrar y reducir tu consumo.

Identificar los modelos más eficientes

Si aún no dispones de aire acondicionado, para encontrar los modelos de menor consumo debes fijarte en la etiqueta energética. Esta etiqueta obedece a una directiva europea que obliga a los vendedores a incluir este certificado en la mayor parte de los electrodomésticos. Las etiquetas cuentan con una parte común y otra en la que aparecen las características propias del modelo.

Para conocer la eficiencia energética del aparato debes observar la primera de ellas, en la que, junto a la marca y la denominación, se encuentra una letra y un código de colores. La letra A y el color verde se refieren a los equipos más eficientes, mientras que el color rojo y la letra G, a los menos. Conviene, por tanto, que en el momento de comprar uno de estos productos optes por los que cuentan con una A en su etiqueta. Se calcula que, en el caso de los aparatos de clase G, el consumo puede resultar tres veces superior al de los más eficientes.

Si tu vivienda no dispone de un sistema de aire acondicionado centralizado, el más eficiente de los existentes, deberás elegir entre los dos modelos disponibles en el mercado: los compactos (los que se suelen acoplar a las ventanas y disponen del condensador y evaporador de aire en una única estructura) y los modelos partidos, en los que el condensador ocupa una unidad que se debe colocar en el exterior de la casa y se conecta con el evaporador situado el interior. Este último exige disponer de más espacio, pero también asegura, a igualdad de potencia, una mayor capacidad. También existen pequeños modelos transportables, pero al disponer de condensadores y evaporadores más pequeños resultan menos eficientes.

Lo preferible es que, tanto las unidades interiores como las exteriores, estén situadas de tal modo que les dé el sol lo menos posible, no se encuentren cerca de otros aparatos que desprendan calor y dispongan de una buena circulación de aire. El IDAE recomienda, además, que si estas unidades se encuentran en un tejado se cubran de algún modo para que estén a la sombra.Una temperatura de 24ºC

Este es uno de los factores que más influye en el consumo del aparato. No por fijar más baja la temperatura en el termostato se enfriará antes la habitación. Lo único que se consigue con ello es un mayor gasto.

Existen diversas recomendaciones sobre la temperatura exacta a la que se deben fijar los termostatos. El Ministerio de Industria aconseja poner el aire acondicionado a 24ºC, mientras que el IDAE considera que “la adaptación del cuerpo a las condiciones climáticas del verano y el hecho de llevar menos ropa y más ligera permiten que una temperatura de 26ºC sea más que suficiente para sentirse cómodo en el interior de una vivienda”.

La diferencia máxima recomendable frente a la temperatura exterior es de 12ºC y cada grado que descienda la temperatura el aparato estará consumiendo cerca de un 8% adicional de energía.Otros trucos

Además de la selección del modelo y la programación del sistema de aire acondicionado, existen también varias acciones cotidianas que permiten refrigerar la casa con un menor consumo eléctrico.

-Aprovecha las horas en que se registran temperaturas más bajas (durante primeras horas de la mañana y la noche) para ventilar la casa o la habitación.

-Vigila la limpieza de tu aparato de aire acondicionado. Los filtros de aire sucios obligan a la unidad a consumir más energía para refrigerar la casa.

-También se puede combatir el calentamiento del hogar gracias al aislamiento térmico que garantiza un menor consumo energético no solo en verano, sino durante todo el año. A veces no son necesarias grandes reformas: basta con poner un toldo o acordarse de cerrar persianas y correr cortinas.

-Cuando el aparato de aire acondicionado está activado es conveniente cerrar puertas y ventanas. Evitar el acceso de aire caliente a la casa permite ahorros de más del 30% en el consumo.

-La selección de la pintura de la casa te permitirá, también, un mejor aislamiento térmico, ya que los colores blancos reflejan la radiación solar y contribuyen a mantener el aire fresco en las habitaciones.

 Introducción gas refrigerante nuevo: R-32.


       El gas R-32 tiene un menor efecto sobre el medio entorno en tanto que tiene un ODP = 0 (Ozone Depletion Potential ó Potencial de agotamiento de la capa de Ozono) y un PCA = quinientos cincuenta (Potencial de calentamiento Atmosférico ó Global Warming Potencial), con lo que el comportamiento desde el punto de vista medioambiental es mejor que el del gas R410A, con un PCA de 1975.
       Estamos en formación para poder ofrecer un mejor servicio sobre estos nuevos aparatos que ya están a la venta para este 2016 y se espera que todos los aparatos puestos en venta para 2018 lleven este nuevo gas refrigerante. 
  
  
  
  

Importancia en la instalación profesional de los equipos de aire acondicionado el enfoque europeo


  Fugas de refrigerante y fallos eléctricos son las averías más comunes de una instalación no cualificada. Estos fallos afectan a los componentes de los equipos de aire acondicionado llegando incluso a provocar la avería completa de la unidad. Su arreglo puede suponer un coste medio de reparación de entre 100 y más de 500 euros, en función del tipo de avería y del modelo de equipo, entre otras cuestiones.
  La compra de un equipo de aire acondicionado es una decisión importante en el presupuesto familiar, puesto que al costo del equipo hay que añadir la mano de obra. Aunque a priori el coste de la instalación por un instalador profesional cualificado pueda verse como un gasto añadido, la realidad es que se trata de una garantía de éxito en el funcionamiento y ahorro energético de la unidad.
  Según un estudio realizado por Daikin, un 18% de los hogares que tienen aire acondicionado no contó con asesoramiento de un instalador profesional. Entre las averías más frecuentes que se producen en los equipos de climatización como consecuencia de una instalación no cualificada están: fugas de refrigerante, fallos eléctricos y deficientes trabajos de drenaje. Las dos primeras afectan a los componentes de los equipos hasta provocar, en algunos casos, la avería completa de la unidad y la tercera puede causar siniestros en los lugares en los que se encuentre la mala instalación.
  El costo medio de la reparación de este tipo de averías en España oscila entre los 100 euros y más de 500 euros en función del tipo de daño, del modelo de equipo y también de otros factores como la distancia a la que se encuentre el servicio técnico más cercano, entre otros aspectos.
  Por ejemplo, en el caso de una avería por una fuga de refrigerante de un equipo de aire acondicionado tipo split de 4kW de potencia instalado en una vivienda en Madrid, el coste medio aproximado de la reparación puede variar entre 150 euros o 400 euros (más IVA), en función de si la fuga es fácil o no de localizar.
  Asimismo, el coste medio de reparación en el caso de fallos eléctricos por conexiones deficientes también puede oscilar entre los 100 euros hasta más de 500 euros (más IVA) en función de si se trata de un problema en el que sólo hay que corregir conexiones, de si esta avería ha dañado también la placa electrónica de la unidad interior o de la unidad exterior.
  Por último, el costo medio para resolver averías en el caso de drenajes defectuosos puede rondar los 200 euros, a lo que hay que sumar otros siniestros vinculados con las fugas de agua, como humedades en las paredes de la vivienda o daños en el mobiliario del hogar.
  Aparte de los problemas técnicos y del coste económico, una incorrecta instalación del sistema de climatización puede derivar también en otras molestias para el usuario, entre ellas, la más común, es que el equipo tenga un funcionamiento más ruidoso de lo normal, lo cual puede provocar también dolores de cabeza.
  Con información de: Daikin
  

  

  

  

¿Qué debemos tener en cuenta al instalar aire acondicionado en una oficina?


  ¿Quién no ha asistido alguna vez a una discusión por el aire acondicionado?  Que si nos estamos congelando, que esto parece un horno, que me da todo el chorro de aire a mí...

Un sistema de climatización bien diseñado e instalado en el entorno de trabajo es clave no solo por una cuestión de confort, sino también porque reduce la factura eléctrica y mejora la productividad de los trabajadores.

La normativa vigente señala que en edificios no residenciales, categoría a la que pertenecen las oficinas, las instalaciones de aire acondicionado han de mantener la temperatura entre los 23-25 grados en verano y los 20-23 en invierno.

Y conseguirlo no se basa únicamente en indicar una determinada temperatura de calefacción o refrigeración en un dispositivo. Hay otros aspectos de una instalaciónque se deben tener muy presentes a no ser que queramos llevarnos un buen susto cada mes con el consumo eléctrico.

Por este motivo y porque desde el punto de vista técnico este tipo de instalaciones suelen tener una mayor complejidad que las domésticas, aún más si cabe, se debe recurrir a instaladores profesionales acreditados para que hagan un riguroso estudio previo y en base al mismo ofrezcan la mejor solución.

En ese diagnóstico previo, se analizan apartados como:

 

  • Aislamiento y elementos de climatización pasiva (toldos y ventanas)
  • Opción de sistema integral valido tanto para verano como invierno.
  • Incorporación de reguladores de temperatura individualizados por zonas (no todas las áreas de trabajo presentan las mismas condiciones térmicas).
  • Dispositivos de control programado de la temperatura.

     
      

    Y a partir de ahí, se ponen sobre la mesa las soluciones: desde splits como los domésticos hasta equipos individuales, multicombis, unidades centrífugas...

    En Kosner, nuestra experiencia en el ámbito industrial nos permite disponer de equipos de aire acondicionado pensados específicamente para oficinas y comercios que se caracterizan por su mínimo impacto de instalación, funcionamiento silencioso y eficiencia energética.